A medida que se envejece es muy habitual la pérdida de audición. Esta va apareciendo gradualmente. Es alto el porcentaje de personas que lo sufren a partir de los 65 años de edad.
A esta pérdida parcial de la capacidad de oír se le denomina “hipoacusia”. Puede ser desde leve hasta profunda y provoca que la persona que la sufre no pueda oír parte del habla y esto dificulte la comunicación.
Esta pérdida auditiva se puede dar solo en un oído o en los dos (siendo esto lo más habitual). Sea cual sea el caso, lo más recomendable es llevar audífonos en uno o dos oídos (según la situación).
Unas de las causas de la pérdida de audición son el envejecimiento y la exposición a ruidos fuertes. También el exceso de cerumen afecta temporalmente a la capacidad de conducir los sonidos.
La mayoría de los tipos de perdida de la audición son irreversibles, pero existen múltiples medidas para mejorarla.
Sin embargo, este hecho se puede convertir en un problema discapacitante para muchas personas y afectar en la calidad de vida. Se puede llegar a sufrir depresión o incluso sensación de aislamiento por la incapacidad de mantener una conversación.
Los problemas auditivos pueden empeorar si no se tratan, por lo que lo mejor es pedir ayuda.
